Leo Mattioli
"En la música tropical ya hice todo, ahora quiero cambiar"
Hace varios meses que lo estábamos buscando para una entrevista en realidad, todos los medios lo buscan: diarios,revistas y programas de televisión. Pero Leo Mattioli prefiere seguir adelante por las suyas, haciendo media docena de shows por fin de semana grabando en su casa, y construyendo una carrera a su manera.
Todo comenzó cuando era cantante, a los veinte años, del popular grupo Trinidad, en la provincia de Santa Fe. La pelearon duro y finalmente alcanzaron el éxito masivo, consagrándose como número uno de la cumbia santafesina. En 1999, sin embargo, Leo decidió lanzarse como solista, y al principio tuvo la peor de las suertes; un accidente automovilístico lo tuvo en estado crítico, primero al borde de la muerte y luego con una lenta y dolorosa recuperación. No en vano bautizo a ese álbum debut como "Un Homenaje Al Cielo", que según las estadísticas vendió mas de 200 mil unidades, el equivalente a cinco discos de platino. Incansable, armo un estudio de grabación propio, saco mas y mas material que se convirtió en hit, hasta que un nuevo problema de salud lo detuvo un poco: una adicción a los calmantes que le recetaron en supost-operatorio. Bajo de peso y se debilito, pero nunca dejo de ser el máximo exponente de la canción romántica, sex-symbol absoluto y seductor con carisma de sobra.
Una semana atrás, Leo Mattioli finalmente acepto concedernos un reportaje, sin ponerle limite alguno a la charla. Se entusiasmo con la sesión de fotos y hasta se animo a posar con un caballo en pleno Hipódromo de San Isidro. Abierto, franco, generoso y amable como pocos artistas de éxito, Leo hablo de sus nuevos proyectos musicales, de la gente que lo rodea y lo traiciona. Y hasta de un encuentro pendiente con Andrés Calamaro.
-Estas por cumplir tu primera década como solista...
-¡Es cierto! Empecé en el 99. Antes estuve siete años con Trinidad, donde arranque a los veinte, casi de casualidad. En esos tiempos te juro que hasta he ido a trabajar por "el sanguche y la coca". Eran épocas malas, pero mas adelante la banda empezó a andar bien. Fueron años de pelearla y pelearla. La plata no alcanzaba y yo decía: "Aguántenme, que ya va a andar". Pero me decían que dejara la guitarra y agarrara una pala, que trabajara en otra cosa. Al final, me fui de Trinidad por las injusticias de siempre.
-Muchos Artistas dicen lo mismo: que empiezan porque les gusta la música y otros se aprovechan de eso.
-Si, supongo que hoy tendría tres veces más de lo que tengo. Con un representante, por ejemplo, parecía que todo estaba al revés, que él era el artista.
Yo ganaba el 30 por ciento. Te dabas cuenta al mirar sus autos, los viajes y las cosas que tenia. ¡Hay veces que me harto del mundo tropical! No puedo creer que los dueños de boliches te ratoneen migajas por ahorrarse unos pocos pesos, de puro ratas, de crotos. Hay días en que no dan ganas de subir al escenario porque estoy pensando en todos los despelotes internos. ¡Que diferencia con los comienzos, cuando uno pedía a los gritos subir al escenario, aunque sea gratis! Por suerte, también hay gente que se porta muy bien, y me tengo que sacar el sombrero, porque son unos señores.
-¿En que ciudades jugás absolutamente de local?
-En todos lados. Me acuerdo de dos shows realmente grandes, con más de 40 mil personas, en Santiago del Estero. También los conciertos de carnavales, la Fiesta de los Pueblos en Villa Mercedes, San Luis. En Santa Fe, hace poco hubo 10 mil personas en la Fiesta de la Cerveza. Me gusta hacer una despedida de año y mi cumpleaños en Santa Fe, a lo grande, en estadio de Unión o en el Parque Federal. En realidad fui a todos lados, y siempre me va bien.
-¿De donde viene el apodo de "el León de Santa Fe"?
-Del signo del horóscopo, porque yo soy de leo. Y en un disco en vivo pidieron palmas para "el león santafesino"; de ahí quedo. Fue raro porque no me convencía mi nombre para salir como solista. Yo quería hacer otra banda, pero la gente de la discográfica me insistió que después de Trinidad me lanzara como solista.
Al principio me costaba ver el nombre en los carteles y sentía que el traje me quedaba grande, me inhibía.
-¿Como fue todo lo que paso después del accidente? ¿Como quedaste?
-Aun hoy, cada tanto me duele o se me sale la cadera... ¡Se me salio mas de veinticinco veces, y es un dolor impresionante! Después del accidente quede mucho tiempo en mi casa, en una cama ortopédica. Me dijeron que no iba a caminar más. El pie lo tenia muerto. ¡Hasta me hicieron un estudio, donde metían una aguja con electricidad, y yo no lo sentía! Pero un día dije"¿Como que no voy a caminar?", y me pare al lado de la cama para intentar andar. Estaba decidido a no darles la razón a los médicos... Ahora puedo caminar normalmente. Tal vez influyo la necesidad de volver a trabajar, porque en la casa se estaba acabando las cosas y mi representante estaba ansioso por ver cuando volvía a hacer shows. El problema era de la rodilla para abajo, así que encontré una manera de tener el pie firme con una férula y deje la silla de ruedas y la cama. Hice la rehabilitación adonde iban los jugadores de Colon y Unión, que me alentaron mucho.
-Los médicos no sabían de lo que es capaz un leonino decidido, ¿no?
-Exactamente. Fue la voluntad y la necesidad de llenar la heladera, comprar los pañales y pagar el alquiler. Después estuve laburando mucho. Tanto... que al final caí en un estado depresivo, porque se me juntaron las veinte pastillas diarias del psiquiatra. Creo que a esa altura yo era una bomba de tiempo: empastillado, con calmantes y alcohol encima. Me subían al micro, me paraban en el escenario como a un muñeco y me bajaban. Un día vi una foto mía y estaba todo pelado, pesaba treinta kilos menos y andaba con bastón. ¡Era la muerte andando! Daba asco. Lastima es poco... y yo decía… “¿Así subí al escenario?”.
-¿Eso fue justo después del accidente?
-No. fue unos años después, en el 2003. Por suerte, una vez que me coloque la prótesis y cambie de medico, las cosas se me fueron acomodando de a poquito.
También eche a mi representante y me libere de millones de cosas.
-¿Porque no haces notas ni vas a la televisión?
-Por varios motivos. Muchas veces me cambiaban las palabras o se burlaban de lo que decía. Cuido mucho lo mío. Cuando llevaban a lo de Tinelli grupos bailanteros, lo rechace, porque ahí se burlan de todos, ¿Como no se iban a burlar de mi? y eso que yo soy re-fanático, no me pierdo un programa. Pero es parte de su show y lo entiendo. Los temas que compongo y que canto son historias mías, y me daría no se qué que me den vuelta la letra o que se burlen.
-Estas con nuevos proyectos musicales. Ya hiciste un disco acústico, por ejemplo.
-Si. Voy a grabar con Daniel Buira, el baterista de Vicentico, que antes estaba en Los Piojos. Le dije: "Poneme de cantante, porque quiero dejar esto", por el desprecio y esas cosas que algunos relacionan con el bailantero. Yo lo vivo y lo conozco: no tengo representante, la agenda me la manejo yo y me molesta la marginación que existe hasta en los Premios Gardel, donde nos meten casi de relleno.
-¿Con quien te gustaría grabar?
-Con Sandro, por supuesto. Una vez me mando un tema inédito y ya lo estoy preparando en mi estudio. Me encantaría conocer a Calamaro, porque es un maestro, en todo sentido. También a Pettinato, a quien quise invitar para que tocara el saxo en el Gran Rex. Estoy entusiasmado con cambiar y apuntar para otro lado. Para no morir acá, ¿no? Porque en lo que hago, en la música tropical, no puedo inventar mas nada. Ya lo hice todo...
